domingo, julio 30, 2006

Beck: Mongolian Chop Squad



Yukio "Koyuki" Tanaka es un chico de 14 años que siente que su vida ha llegado a un callejón sin salida. Pero esto cambia el día en que salva a un perro muy extraño de unos niños y conoce a su dueño, Riuusuke Minami, un joven de 16 años criado en EEUU. Al día siguiente Izumi, su mejor amiga de la infancia vuelve a hablar con él, después de dos años de silencio, para invitarle a ir a la bolera con sus amigos. Kouyuki y Riuusuke volverán a encontrarse y éste último entrará definitivamente en la vida de Koyuki, introduciendolo en el mundo de la música rock...

Beck narra a la perfección los inicios de un grupo musical, lo difícil de encontrar una formación estable, de organizar en los primeros conciertos y actuar en ellos y el golpe de buena suerte que necesitan la mayoría de grupos para salir del hoyo y saltar a la fama. Lo hace de una forma más o menos realista -vale, no todos los grupos tienen a alguien que han tocado con una de las estrellas del rock del momento en EEUU, pero puede pasar- y entretenida. Y al mismo tiempo narra la vida de un chaval de 14 años, tal cual y sin florituras, mediocre en casi todo, pero que encuentra su vocación y aquellas cosas con la que realmente es bueno, y su primer amor, inseguro aún cuando Koyuki empieza a ser una estrella ya que ella pertenece aparentemente a otro mundo distinto al suyo. ¿Y por que no?, con un final bien resuelto, sin prisas, para contar como termina todo, algo que se echa de menos en los animes y que parece ser que en los últimos 5 minutos hay que contarlo todo y terminar... cosa curiosa, teniendo en cuenta que el manga es abierto y a día de hoy continúa publicandose.
Técnicamente la serie varía. En general su aspecto técnico es bastante bueno, decorados detallados y personajes bien dibujados... salvo porque de vez en cuando parece que a los dibujantes no tenían ganas de dibujar... no es algo que me afecte mucho tampoco, la verdad. Si te das cuenta los ves, si no sigues viendo la serie como si nada...

Comparándolo con el manga: suele pasar que el manga sea mejor que el anime, sobre todo teniendo en cuenta que el creador de todo es el autor del manga, el anime sólo es una adaptación. Esta serie, aunque buena, no iba a ser menos. El dibujo de Harold Sakuishi aunque es un poco raro es muy detallista y, en consecuencia, un dolor de cabeza para los dibujantes de anime que tienen adaptar imágenes estáticas a imágenes en color y en movimiento. Además en el anime se han suprimido ciertos detalles que, aunque sutiles, hacen que se conozca mejor a los personajes. Por ejemplo, en el anime Riuusuke grita unas cuantas veces a Koyuki en los ensayos porque no lo hace bien. En el manga queda mucho más claro que Riuusuke es siempre muy crítico con Koyuki cuando se trata de tocar en el grupo. Sin embargo a todo esto, hay una cosa que favoroece en este caso al anime, y es que en una serie sobre la música queda un poco vacío que la música no se oiga por ninguna parte. La música escogida para el anime podría ser mejor o peor, pero después de oirla mucho, acabas identificándola con Beck.

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