jueves, agosto 31, 2006

Big O


Paradigm City, la ciudad amnésica. Todo humano y robot perdió la memoria hace 40 años. Entre ellos Roger Smith, conocido en la actualidad por ser uno de los mejores negociadores de todo Paradigm. Pero también conocido por ser el dominus de Big O, el único capaz de controlar al Megadeus, uno de los gigantes que caminaban por la ciudad antes de que los recuerdos se perdieran. Sin embargo, algunos ancianos han empezado a recordar y no todo el mundo parece dispuesto a que recuerden. Roger deberá descubrir cual fue su papel en el pasado y detener a aquellos que intentan destruir a Big O...


Sin lugar a dudas el punto fuerte de esta serie es su ambientación. Colores apagados y una Paradigm City siempre oscura, en conjunto que poco tiene que ver con el anime convencional, que a veces recuerda más a una de las últimas series de la WB más que a un producto de origen nipón. Curiosamente, se ven muchos paralelismos con esta serie y con Batman (aunque Roger no se viste de murciélago, se sube a un robot) y Paradigm recuerda un poco a la oscura Gotham City, con ciertos toques de Dark City...

La trama es bastante interesante y los personajes tienen cierto carisma. Podría haber llegado a ser una gran serie. Pero tiene dos extremos que chocan y no han llegado a entenderse... incluso se podría decir por ello que podrían haber sido dos buenas series y que juntas se han quedado en algo normal, se queda el regusto de que podría llegar a más.
Me explico, la mayoría de capítulos sucede lo mismo, una historia interesante, que mantiene el suspense y se sigue con interés, pero llegando al final aparece el megamonstruo brutal que no se sabe de donde ha salido y Roger tiene que llamar al Megadeus... queda un poco como pegote. No se si una historia policíaca/suspense/ciencia-ficción puede combinarse con una serie de robots, pero desde luego, así no.

Técnicamente... pues bueno, lo que he dicho, estéticamente es rompedora. Te puede gustar o no su aspecto (de hecho, a mi me ha gustado bastante) pero nada quita el hecho de que haya pocas series japonesas así. En cuanto la animación, bueno, pues ni bien ni mal, pasa sin alardes de ningún tipo y cumple su función.

Oye pues, que si queréis verla, la serie está bien. Incluso yo me he encariñado con la relación entre Roger y Dorothy y me he reido mucho con ellos de vez en cuando... pero te quedas con un regustillo agridulce, pensando "¡Ay! Casi...". Una lástima...

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