Bottle Fairy

Kururu, Chiriri, Sharara y Hororo son cuatro hadas decididas a convertir su sueño en realidad: convertirse en humanas. Para ello han decidido ir a vivir entre éstos para aprender qué los hace diferentes. Ahora viven en casa de quien llaman Sensei-san y a lo largo de los doce meses del año aprenderán los aspectos más cotidianos en la vida de los estudiantes japoneses.

Una de esas series que nunca llegará a triunfar del todo fuera de Japón por dos motivos. Primero porque es muy infantil, la mayoría de cosas resultan un poco tontas a personas de cierta edad, eso restringe un poco el público al que puede ir dirigido. Segundo porque juega mucho con las frases hechas y los juegos de palabras. Alguien acostumbrado a la cultura y al idioma japonés pues lo pilla rápido, pero los demás pues no tanto. Si eso lo juntamos con el motivo anterior, se puede deducir lo dicho: está orientada al público infantil, pero éste no entiende la mitad de las bromas.
Para el resto, pues bueno, siguen habiendo bromas que hacen reir, no deja de ser una serie curiosa para dar un repaso a las costumbres japonesas y es muy corta (apenas dos horas de duración para toda la serie).

El aspecto técnico se centra básicamente en conseguir un aspecto bonito y desenfadado, supongo que cumpliendo con el objetivo de atraer al público al que va dirigido. Un tono pastel para todo el aspecto visual y unas melodías sencillas son el aspecto predominante de toda la serie.