lunes, noviembre 06, 2006

Honey & Clover


Comienza un nuevo curso en la facultad de arte y para Mayama la única posibilidad de que las cosas cambien con respecto al año anterior es que Morita consiga aprobar el último curso. Y no empieza muy bien: justo antes de su primer día Morita ha vuelto de uno de sus extraños viajes en los que vuelve exausto y con la cartera llena de dinero y se ha quedado dormido hasta no se sabe cuando. Takemoto aparece en la universidad montado en el coche de una mujer mayor que él y Yamada, aún enamorada de él, se entera. Mayama por su parte conoce a Harumi, a la que presenta el profesor Hanamoto, una chicha con pinta de niña, infantil en apariencia pero un genio en lo que se refiere al arte y se enamora de ella al primer instante.


Esta serie tenía todas las papeletas para dejarla pasar de largo, salvo una. Primero, la estética completamente shôjo que tiene (mirad la cara de ensaimada que tienen los personajes, sobre todo la niña) no me llamaba la atención. Segundo que se presenta como un drama romántico, difícil de tratar casi siempre, y sin tratar bien este género puede ser un tostón. Pero estar por mucho tiempo en los diez primeros puestos en animenewsnetworks no es tarea fácil, así que me puse a verla, confiando en que por ahora esto no me ha fallado.
Bueno, pues no me arrepiento ni mucho menos de haberla visto. No es para nada un culebrón, tiene una trama muy equilibrada, sin necesidad de complicar lo que está sucediendo. Los problemas de los personajes símples, las relaciones amorosas no llegan a más que triangulos amorosos (sin más vértices) y no empeoran, símplemente están ahí. Además tiene ciertos chispazos de comedia muy bien elaborados. En especial, aquellos causados por los personajes más estrafalarios. Aún no sé si a Morita lo metieron en el guión para que te ahogues en tus propias carcajadas al pillarte descolocado su entrada después del dramón que te acaban de soltar o, por el contrario, para que te ahogues en tus propias lágrimas al pillarte descolocado el siguiente dramón. En serio, a este individuo hay que verlo en acción al menos una vez en la vida. Genial en cuanto a guión.

La parte técnica de la serie es mayoritariamente muy buena. El punto negro son las animaciones de los personajes, no acaban de estar del todo a la altura. Una pena, porque el resto es excelente. La ambientación ayuda a crear un clima triste o melancólico según sea necesario, con colores grises y oscuros combinado con días de lluvia o colores anaranjados y tenues combinado con atardeceres. Una banda sonora excelente y extensa, con la apertura como tema principal, que según sea necesario es interpretada más alegremente o más lenta y tristemente.

Por otro lado, para los que no les gusten los finales abiertos dos puntos a favor y otro en contra: en contra que deja muchos cabos sueltos. A favor, que la historia del personaje que se podría interpretar como principal, Mayama, aún dejando algún que otro cabo suelto es concluyente. Y además, tiene segunda temporada, por lo que podeis seguir viendo la serie si os ha gustado.

No recomendada para hombres que encuentre su hombría en no llorar nunca. Porque vamos, váis a parecer todos unos nenazas. El resto de hombres y mujeres, si no os importa, podeis verla sin problemas.

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