Mushishi

Los mushi son criaturas distintas a todas las demás. Están vivas, pero viven en un lugar entre la vida y la muerte y pocos son los que pueden verlos. Atado a ellos está Ginko, un mushishi, un experto en mushis. Un extraño hombre con el pelo blanco y con un solo ojo de un misterioso verde esmeralda, que siempre va fumando tabaco de origen mushi. Los mushi se aglomeran allá donde va si está durante demasiado tiempo, lo que le obliga a viajar. Y mientras, ayuda a la gente que lo necesita con sus conocimientos.

Si tuviese que elegir entre las diez mejores series que he visto este año, ésta sin duda estaría entre ellas. Por su originalidad y por su belleza, tanto visual como auditiva. Además, porque incluso siendo muy lenta, consigue marcar un ritmo que no aburre.

Mushishi nos cuenta 26 historias repartidas entre el mismo número de capítulos independientes entre ellos. Cada cual con uno o varios mushis diferentes a los que Ginko debe hacer frente, ayudar o comprender. Entre algunos de ellas se mezclan algunas sobre la propia historia de Ginko y de como llego a ser lo que es. Un final digamos "inconcluso", entre comillas. Las historias empiezan y terminan en el mismo capítulo, la última no termina más que las otras. Podría continuarse el viaje de Ginko, pero desde luego no quedan cabos sueltos.

Técnicamente sólo se puede encontrar un pero. Los personajes secundarios se parecen demasiado entre ellos. Por todo lo demás esta serie es una obra de arte: unos paisajes enormemente detallados, una animación lenta pero fluida y una música variada que ayuda a adentrarse en la historia de cada capítulo.

Para mi sorpresa, hay una película de imagen real que se estrenará a principios del año que viene. Y su dirección se escribe con letras grandes: Katsuhiro Otomo. La esperaremos con ansias...

Bueno, ¿que haceis que no estáis viendola aún?